Aunque no llevan armadura ni armas pesadas, los exploradores rastreadores se pueden mover rápidamente por el campo de batalla para atacar a sus enemigos antes de que se den cuenta de su vulnerabilidad. Y lo que es más importante aún, los exploradores rastreadores son muy hábiles a la hora de indicarles a sus hermanos cuáles son los objetivos más vulnerables.

Tanto si el enemigo está en mitad de una maniobra, conmocionado por un fuerte impacto o simplemente carente de determinación, los rastreadores pueden identificar la debilidad de una unidad y transmitirle esa información al comandante del ejército.

Al ser caballería ligera, los rastreadores no se manejan bien en escaramuzas cuerpo a cuerpo; sin embargo, sus arcos recurvos les permiten atacar a distancia, y sus monturas les proporcionan una huida rápida. Con algo de tiempo, los rastreadores pueden mermar hasta las unidades más coriáceas.